La enfermedad de Alzheimer


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La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad progresiva, degenerativa e irreversible de la corteza cerebral que provoca el deterioro de la memoria, orientación, juicio, lenguaje, personalidad y conducta, interfiriendo con la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Evoluciona por etapas; el deterioro es insidioso y lento. La mayoría de las víctimas de esta enfermedad son personas mayores de 65 años; sin embargo, puede atacar a edades mucho más tempranas. Es muy difícil diagnosticarla, ya que su comienzo es lento, casi imperceptible y con frecuencia se atribuye a otras enfermedades.

A lo largo de 15 años de lucha, la Fundación ha sido y será para sus pacientes y familiares “"Alguien Con Quien Contar".

La Fundación Alzheimer tiene por objeto el poder disminuir aquellos síntomas que proporcionan malestar, ansiedad, preocupación y hasta peligro para el enfermo o sus familiares.

El tratamiento se establece con base al estadìo en que se encuentra la persona.
Se conforma un programa individual de rehabilitación, el cual se realiza semanalmente.
Se agrupan a los pacientes de acuerdo a su nivel y a las necesidades que tengan en común.


El programa de la Fundación Alzheimer, es un programa de atención diurna, destinado a quienes padecen Alzheimer, o algún otro tipo de demencia, brindándoles oportunidades que mejoren la calidad de vida de los enfermos, ofreciéndoles un compromiso de vida propio y un final digno y creando conciencia de que a través del trabajo de sobre estímulo se pueden aprovechar sus capacidades funcionales en su propio beneficio; así como otorgar herramientas a sus familiares para un mejor equilibrio dentro del núcleo familiar y social en el que viven. Desgraciadamente, no solo es quien la padece el único que sufre, también se ven afectadas la familia y las personas que conviven con los enfermos, causando importantes cambios en la estabilidad familiar, ya que el costo emocional, social y económico al que se enfrentan es enorme.

La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada mal de Alzheimer, o demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer[1] es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años,aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico.

La EA es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, que aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad.

Los síntomas de la enfermedad como una entidad nosológica definida fue identificada por Emil Kraepelin,[4] mientras que la neuropatología característica fue observada por primera vez por Alois Alzheimer en 1906. [7] Así pues, el descubrimiento de la enfermedad fue obra de ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo laboratorio. Sin embargo, dada la gran importancia que Kraepelin daba a encontrar la base neuropatológica de los desórdenes psiquiátricos, decidió nombrar la enfermedad alzheimer en honor a su compañero.

Por lo general, los síntomas iniciales son la inhabilidad de adquirir nuevas memorias y suelen ser confundidos con actitudes relacionadas con la vejez o a estrés.
Ante la sospecha de EA, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conducta y cognitivas, así como neuroimágenes, de estar disponibles
A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de largo plazo y una predisposición a aislarse a medida que los sentidos del paciente declinan.

Gradualmente se pierden las funciones biológicas que finalmente conllevan a la muerte
El pronóstico para cada individuo es difícil de determinar. El promedio general es de 7 años
menos del 3% de los pacientes viven por más de 14 años posterior al diagnóstico.

La causa de la EA permanece desconocida. Las investigaciones suelen asociar la enfermedad a la aparición de placas seniles y ovillos neurofibrilares.
Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay tratamiento que retarde o detenga el progreso de la enfermedad.
Para la prevención de la EA, se han sugerido un número variado de hábitos conductuales, pero no hay evidencias publicadas que destaquen los beneficios de esas recomendaciones, incluyendo estimulación mental y dieta balanceada.
El papel que juega el cuidador del sujeto con EA es fundamental, aún cuando las presiones y demanda física de esos cuidados pueden llegar a ser una gran carga personal.

El día internacional del Alzheimer se celebra el 21 de septiembre, fecha elegida por la OMS y la Federación internacional de Alzheimer, en la cual se celebran en diversos países actividades para concienciar y ayudar a prevenir la enfermedad.