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Mal de Alzheimer


Mal de Alzheimer
Fuente: Medline Plus

La demencia es una pérdida de la función cerebral que se presenta con ciertas enfermedades. El mal de Alzheimer (AD, por sus siglas en inglés) es la forma más común de demencia. Este afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento.
Causas
Se desconoce la causa exacta del mal de Alzheimer. La investigación muestra que ciertos cambios en el cerebro conducen a esta enfermedad.

Usted es más propenso a presenter el mal de Alzheimer si:

  • Es mayor. El desarrollo de esta enfermedad no es parte del envejecimiento normal.
  • Tener un pariente consanguíneo cercano, como un hermano, hermana o padre con Alzheimer.
  • Tener ciertos genes ligados al mal de Alzheimer.


Los siguientes factores también pueden aumentar el riesgo:

  • Pertenecer al sexo femenino
  • Tener problemas cardiovasculares debidos al colesterol alto
  • Antecedentes de traumatismo craneal


Existen dos tipos de mal de Alzheimer:

Mal de Alzheimer de aparición temprana.

  • Los síntomas aparecen primero antes de los 60 años. Este tipo es mucho menos común que el de aparición tardía. 
  • Tiende a empeorar rápidamente. 
  • La enfermedad de aparición temprana puede ser hereditaria. 
  • Se han identificado varios genes.


Mal de Alzheimer de aparición tardía.

  • Esta es la forma más común de la enfermedad. 
  • Se presenta en personas de 60 años en adelante. Puede ser hereditario, pero el papel de los genes es menos claro.


Síntomas
Los síntomas del mal de Alzheimer incluyen dificultad con muchas áreas de la función mental, entre ellas:

  • El comportamiento emocional o la personalidad
  • El lenguaje
  • La memoria
  • La percepción
  • El pensamiento y el juicio (habilidades cognitivas)
  • El mal de Alzheimer aparece primero generalmente como olvido.


El deterioro cognitivo leve (DCL) 

  • Es la fase entre el olvido normal debido al envejecimiento y el desarrollo del mal de Alzheimer. 
  • Las personas con DCL tienen ligeros problemas con el pensamiento y la memoria que no interfieren con las actividades cotidianas. 
  • Con frecuencia, están conscientes del olvido. 
  • No todas las personas con DCL progresan a mal de Alzheimer.


Los síntomas del DCL incluyen:

  • Dificultad para realizar más de una tarea a la vez
  • Dificultad para resolver problemas
  • Olvidar hechos o conversaciones recientes
  • Necesitar más tiempo para llevar a cabo actividades más difíciles


Los síntomas tempranos del mal de Alzheimer pueden incluir:

  • Dificultad para realizar tareas que exigen pensar un poco, pero que solían ser fáciles, tales como llevar el saldo de la chequera, participar en juegos (como bridge) y aprender nueva información o rutinas
  • Perderse en rutas familiares
  • Problemas del lenguaje, como tener dificultad para recordar los nombres de objetos familiares
  • Perder interés en actividades que previamente disfrutaba y tener un estado anímico indiferente
  • Extraviar artículos
  • Cambios de personalidad y pérdida de habilidades sociales

A medida que el mal de Alzheimer empeora, los síntomas son más obvios e interfieren con la capacidad para cuidarse.

Los síntomas pueden incluir:

  • Cambio en los patrones de sueño, despertarse con frecuencia por la noche
  • Tener delirios, depresión, agitación
  • Dificultad para realizar tareas básicas, como preparar las comidas, escoger la ropa apropiada o conducir
  • Dificultad para leer o escribir
  • Olvidar detalles acerca de hechos cotidianos
  • Olvidar hechos de la historia de su propia vida y perder la noción de quién es
  • Alucinaciones, discusiones, comportamiento violento y dar golpes
  • Deficiente capacidad de discernimiento y pérdida de la capacidad para reconocer el peligro
  • Uso de palabras erróneas, no pronunciar las palabras correctamente, hablar con frases confusas
  • Retraerse del contacto social

Las personas con mal de Alzheimer avanzado ya no pueden:

  • Reconocer a los miembros de la familia
  • Llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, como comer, vestirse y bañarse
  • Entender el lenguaje

Otros síntomas que pueden presentarse con el mal de Alzheimer:

  • Problemas para controlar las deposiciones o la orina
  • Problemas para tragar


Pruebas y exámenes

Un proveedor de atención médica experimentado a menudo puede diagnosticar el mal de Alzheimer con los siguientes pasos:

  • Realizar un examen físico completo, que incluya un examen neurológico
  • Hacer preguntas acerca de la historia clínica y los síntomas de la persona
  • Pruebas de la función mental (examen del estado mental)
  • El diagnóstico del mal de Alzheimer se hace cuando ciertos síntomas están presentes y al verificar que otras causas de demencia no estén presentes.

Se pueden realizar exámenes para descartar otras posibles causas de demencia, entre ellas:

  • Anemia
  • Tumor cerebral
  • Infección prolongada (crónica)
  • Intoxicación por medicamentos
  • Depresión grave
  • Aumento del líquido en el cerebro (hidrocefalia normotensiva)
  • Accidente cerebrovascular
  • Enfermedad de la tiroides
  • Deficiencia vitamínica
  • Se puede llevar a cabo una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM) del cerebro para buscar otras causas de demencia, como tumor cerebral o accidente cerebrovascular. A veces, se puede utilizar una tomografía por emisión de positrones (TEP) para descartar el mal de Alzheimer.

La única forma de saber con certeza que alguien presentó el mal de Alzheimer es examinar una muestra de tejido cerebral después de la muerte.

Tratamiento


  • No existe cura para el mal de Alzheimer. 
  • Los objetivos del tratamiento son:
  • Disminuir el progreso de la enfermedad (aunque esto es difícil de hacer)
  • Manejar los síntomas, tales como problemas de comportamiento, confusión y problemas del sueño
  • Modificar el ambiente del hogar para que sea más fácil desempeñar las actividades diarias
  • Apoyar a los miembros de la familia y otros cuidadores

Se utilizan medicamentos para:

  • Disminuir la velocidad con la que empeoran los síntomas, aunque el beneficio de usar estos fármacos puede ser pequeño
  • Controlar los problemas de comportamiento, como la pérdida del juicio o la confusión

Antes de usar estos medicamentos, pregúntele a su proveedor:

  • ¿Cuáles son los efectos secundarios del medicamento? ¿Vale la pena el riesgo?
  • ¿Cuándo es el mejor momento, si lo hay, para usar estos medicamentos?
  • ¿Es necesario cambiar o suspender medicamentos para otros problemas de salud?

Las personas que presentan mal de Alzheimer requerirán apoyo en casa conforme la enfermedad empeora.
Los familiares u otros cuidadores pueden ser de asistencia al ayudar a la persona a lidiar con la pérdida de memoria y los problemas con el comportamiento y el sueño.
Es importante asegurarse de que la casa de una persona que tiene mal de Alzheimer sea segura para ella.

Grupos de apoyo
Padecer el mal de Alzheimer o cuidar de una persona con esta enfermedad puede ser un reto.
El estrés causado por la enfermedad se puede aliviar buscando apoyo a través de recursos para el mal de Alzheimer. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.

Expectativas (pronóstico)
La rapidez con la cual empeora esta enfermedad es diferente para cada persona. Si el mal de Alzheimer se presenta rápidamente, es más probable que empeore de la misma manera.

Las personas con mal de Alzheimer con frecuencia mueren antes de lo normal, aunque una persona puede vivir entre 3 y 20 años después del diagnóstico.

Probablemente la familia tendrá que planificar el cuidado futuro de su ser querido.

La última fase de la enfermedad puede durar desde unos meses hasta varios años. Durante ese tiempo, la persona se torna totalmente incapacitada. La muerte por lo regular ocurre por una infección o una insuficiencia orgánica.

Cuándo contactar a un profesional médico
Llame a su proveedor si:

  • Se presentan síntomas del mal Alzheimer en una persona que tiene un cambio repentino en el estado mental
  • El estado de una persona con el mal de Alzheimer empeora
  • Usted no puede cuidar a una persona con Alzheimer en casa

Prevención
Aunque no existe una forma comprobada de prevenir el mal de Alzheimer, existen algunas medidas que pueden ayudar a prevenir o retardar el comienzo de la enfermedad:

  • Mantenga una dieta baja en grasa y consuma alimentos ricos en ácidos grasos omega-3.
  • Haga mucho ejercicio.
  • Permanezca activo mental y socialmente.
  • Use un casco durante las actividades riesgosas para prevenir las lesiones cerebrales.

Nombres alternativos
Demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA); DSTA; Demencia - Alzheimer

Instrucciones para el paciente

  • Comunicarse con alguien con afasia
  • Comunicarse con alguien con disartria
  • Consumo de calorías adicionales cuando usted está enfermo (adultos)
  • Cuidados diarios para la demencia
  • Demencia - qué preguntarle al médico
  • La demencia y la conducción
  • Mantenerse a salvo en el hogar en casos de demencia
  • Prevención de caídas
  • Problemas de comportamiento y de sueño en casos de demencia

4 hábitos para retrasar el alzheimer


Beber con moderación, aprender a gestionar el estrés, tener una alimentación saludable, buenas relaciones personales y sociales, practicar ejercicio, nos ayudarán a retrasar la aparición de esta enfermedad.

Laura Martin Sanjuan
Deporte y vida

EL ALZHEIMER ES UNA ENFERMEDAD IMPLACABLE. NO TIENE CURA, PERO HAY EJERCICIOS QUE PODEMOS HACER PARA RETRASAR SU APARICIÓN, PARA FORTALECER NUESTRA MENTE Y QUE LAS NEURONAS TRABAJEN DE MANERA EFICAZ EN UN FUTURO MÁS SALUDABLE.

Ten un hobby

A medida que nos hacemos mayores solemos empezar a cansarnos de casi todo. Una de las mejores aficiones que podemos tener es aprender a tocar un instrumento, por sencillo que sea; aprender un idioma; encontrar nuevas actividades que hacer.
No hace falta ir a centros o clases caras, sino que puedes aprender jardinería a través de YouTube, por ejemplo. Lo mejor que podemos tener es un pasatiempo, un hobby, una actividad que nos apasione y que queramos realizar cada día más.

Bebe con moderación
Una copa de vino al día cuida la salud, por supuesto. Aunque lo mejor es no beber nada para que nuestro organismo esté perfectamente limpio. Algunos estudios han relacionado el consumo de champagne con la prevención del alzheimer por los flavonoides que contienen sus burbujas.

La dieta mediterránea
El aceite de oliva, las nueces, los productos que tienen un alto contenido en omega 3, son realmente beneficiosos para nuestra salud.

Tener una alimentación basada en la dieta mediterránea, pensar en tomar ensaladas de manera diaria, cenas ligeras, menos carne y más pescado, ayudará que nuestras células estén más sanas, más activas, con un alto poder antioxidante. Es un trabajo de fondo, no un sprint, es una carrera la vida e invertir en nuestra salud y en una buena alimentación será uno de los grandes beneficios que podemos hacer.

Cómo gestionar el estrés
El estrés es uno de los fenómenos que más destruyen nuestras células y más nos hacen envejecer. Nos van ‘quemando’ por dentro. Por eso en muchos estudios, se intenta que el ocio sea clave y que el estrés se gestione de la mejor manera.

Hacer ejercicio, liberar estrés, tener relaciones sociales ricas, son algunas herramientas muy útiles para prevenir el alzheimer.


¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?


ASOCIACIÓN NACIONAL DEL ALZHÉIMER - AFALCONTIGO
TODOS CONTRA EL ALZHÉIMER



El Alzheimer es una enfermedad cerebral que causa problemas con la forma de pensar, con la memoria, y la manera de comportarse o el carácter. Esta enfermedad no es una forma normal de envejecer.



El Alzheimer suele empeorar al pasar el tiempo y es fatal. Aunque existen síntomas variados, la mayoría de las personas experimentan pérdida de memoria severa, lo que afecta las actividades cotidianas, el cuidado personal y la habilidad de gozar pasatiempos que la persona disfrutaba anteriormente.

La Enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia
El término demencia es un término general que se usa para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales, la cual es tan severa que interfiere con la vida diaria del individuo.

Del 60 al 80 por ciento de los casos de la demencia son producto de la enfermedad de Alzheimer. Debido a que un 70 por ciento de las personas que padecen de Alzheimer viven en sus hogares, el impacto de dicha enfermedad a su vez se extiende a millones de familiares, cuidadores y amigos.

Síntomas comunes de la enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer empeora con el transcurso del tiempo y es fatal. Aunque existen muchos síntomas, los más comunes son la sensación de confusión, la desorientación en lugares conocidos, colocación de objetos fuera de su lugar correspondiente, y problemas con el habla y/o la escritura.

Factores de riesgo de la enfermedad de Alzheimer

El Alzheimer es una crisis que amenaza a todas las comunidades del mundo. Sin embargo aún no ha sido reconocida debidamente por las autoridades gubernamentales y de salud.

Existen crecientes evidencias que indican que los factores de riesgo en enfermedades vasculares como la diabetes, la obesidad, la presión alta y el colesterol alto, pueden ser factores de riesgo muy determinantes para padecer la enfermedad de Alzheimer y la demencia.

En los últimos años los científicos han encontrado nuevas evidencias que podrían relacionar el Alzheimer con la diabetes tipo 2. Cabe destacar que los latinos representan un alto porcentaje de cada uno de los factores de riesgo mencionados anteriormente. Debido a que la ingesta diaria de

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer?

Es importante que conozcamos cuáles son las señales de la enfermedad de Alzheimer. Así lograremos reconocer dichas señales a tiempo, y de esta manera, poder buscar la ayuda necesaria para aprender a sobrellevar esta enfermedad, Algunas señales de dicha enfermedad están listadas a continuación:

Señales tempranas
presentar dificultad para recordar cosas, como fechas importantes, y nombres de los allegados.
realizar la misma pregunta una y otra vez, sin darse cuenta de ello.
Tener problemas al pagar las cuentas mensuales o al resolver operaciones de matemáticas sencillas.
Perderse con facilidad, no recordar direcciones.
Perder o extraviar objetos o ponerlos en lugares extraños.

Señales posteriores

Olvidar cómo es el procedimiento de cepillarse los dientes o peinarse, o asearse.
Estar confundido en cuanto al lugar, espacio, tiempo y no lograr identificar a las personas que lo rodean.
Olvidar los nombres de cosas comunes, como un televisor o, una manzana o casa
Deambular lejos de su casa, sin poder establecer la ruta de regreso a la misma.

Deterioro cognitivo leve

Algunas personas mayores desarrollan una condición llamada deterioro cognitivo leve (DCL). Esto puede convertirse en una señal temprana de Alzheimer. Pero no todas las personas mayores que sufren de DCL desarrollarán la enfermedad de Alzheimer.

Las personas con el trastorno de DCL pueden cuidar de sí mismas y realizar sus actividades normales a diferencia de las que padecen de Alzheimer ya que estos no son capaces de cuidar de sí mismos cuando se pierden totalmente las facultades mentales.

Problemas de memoria del DCL
Perder objetos a menudo
Olvidarse de ir a acontecimientos o citas
Tener problemas para comunicarse al no encontrar palabras que otras personas de la misma edad.

Diferencias entre la enfermedad de Alzheimer y el envejecimiento normal
La información que se presentará a continuación puede ayudarle a comprender las diferencias entre las señales normales del envejecimiento y la enfermedad de Alzheimer.

Enfermedad de AlzheimerEnvejecimiento normal
Mostrar falta de juicio y tomar malas decisiones casi todo el tiempoTomar una malas decisiones de vez en cuando
Presentar problemas con el pago de cuentas mensualesOlvidarse de pagar una cuota mensual de vez en cuando
Perder la noción del día,  la fecha o la época del año en la que se estáOlvidarse qué día es y posteriormente recordarlo
Incapacidad para tener una conversaciónAlgunas veces olvidar qué palabra se iba a utilizar
Colocar objetos fuera de su lugar a menudo y no lograr encontrarlasPerder objetos de vez en cuando

Conviviendo con el Alzheimer




Fuente: Aleteia

Si vives con un enfermo de Alzheimer, no te enfades con él
 Dolors Massot | Sep 13, 2018

Desde la experiencia como hija de un enfermo de Alzheimer, aquí van ideas para quienes se encuentran con esta enfermedad en su vida: o porque la sufren ellos o porque la sufre un ser querido.
Diagnosticaron Alzheimer a mi padre hace ahora algo más de 11 años. Fue casi por “casualidad” porque quien iba a la consulta era mi mamá. Sin embargo, el médico que la visitaba notó algo raro en mi papá y pidió quedarse a solas con él un momento. A la salida, nos pidió que urgentemente lo lleváramos a un especialista. Y así fue cómo empezó todo.

Mi papá y toda mi familia vivimos el Alzheimer durante 7 años. Digo vivimos porque la enfermedad la padece el enfermo, pero la vida de los de alrededor, si uno está en la familia, queda afectada en todos los sentidos.

Hay que tomar decisiones, adaptarse a los cambios, aceptar las limitaciones, negociar entre ustedes para que todos colaboren en la medida que quieran y puedan… Pero también hay que saber reconocer los límites.

La enfermedad de Alzheimer muestra la limitación de la naturaleza humana, hoy por hoy, por mucho que hablen algunos transhumanistas de “la muerte de la muerte”,o sea, la inmortalidad, en 2050. De momento, lo que la ciencia muestra es que nuestras neuronas y el organismo humano en su conjunto envejece, y con el Alzheimer envejece de una forma irreparable.

Es importante escuchar a los médicos y estar al caso de las novedades que vayan apareciendo en Medicina. Pero creo que también es esencial, sobre todo en el caso de enfermedades degenerativas como el Alzheimer, APRENDER A VIVIR CON ÉL. Porque en la vida práctica eso es lo que vamos a tener que hacer.

Por eso me permito algunas reflexiones que son fruto sencillamente de la experiencia en casa y en mi familia. Muchas de ellas las he comentado con otras personas que han vivido o viven la misma situación, y por eso creo que no son casos aislados ni estoy hablando de heroísmo. Al contrario, diría que son recetas caseras sin más.

Aquí van:

Si vives con un enfermo de Alzheimer, no enfades con él.

Si es tu padre o tu madre y sabes que antes te entendía cuando le explicabas las cosas, si ves que ahora pone cara de extrañeza, no te enfades con él.

Si acaba de preguntarte algo, le has respondido y vuelve a preguntártelo, no te enfades con él.

Si le acabas de cambiar el pañal porque ya no sabe llegar solo al baño, y se ha hecho otra vez pis encima, no te enfades con él.

Si mientras estabas cambiando las sábanas de su cama, cuando lo estabas moviendo hacia otro lado como te enseñaron las enfermeras, ha mojado el suelo y la funda del colchón, no te enfades con él.

Si lleváis dos horas buscando las llaves de casa o del coche y él no recuerda dónde las dejó, no te enfades con él.

Si son las tres de la madrugada, te despiertas porque oyes un ruido, y es él que anda por la casa como si fueran las doce del mediodía, ha encendido la televisión y todas las luces, no te enfades con él.

Si un día comienza a dejarse la comida en la boca, hace bola, tose y se atraganta y lo deja todo perdido, no te enfades con él.

Si te mira fijamente, le preguntas quién eres, te vuelve a mirar fijamente y al final se encoge de hombros, no te enfades con él.


Asume que estás con una persona enferma que no buscó voluntariamente que sus neuronas se fueran apagando.

Decide amar a esa persona porque merece ser querida: porque te dio la vida, porque te cuidó, porque es tu familia…

Acepta que es la enfermedad quien lleva la dirección, pero eres tú quien puede hacer que esta última etapa de la vida sea un infierno para él y para vosotros o un episodio del que queda una gratitud sin fin por ambas partes.

Afronta el Alzheimer como un reto. Aunque se habla de triatlón y mediáticamente los runners están más premiados, ser cuidador de un enfermo de Alzheimer es cien veces más meritorio.

Sé humilde y deja ayudarte cuando sea necesario. Aprende a descansar para poder cuidar. Esta no es la carrera de los 100 metros lisos: puede que sea la maratón o más.

Cambia el orden de prioridades que tenías antes de que le diagnosticaran el Alzheimer. Haz que lo que decidas sea aquello de lo que siempre luego estés orgulloso. Nunca te arrepentirás de haber amado.

Trabajen en equipo: tus padres, tus hermanos, tus primos, los cuidadores externos, los amigos… La pena compartida es menos pena, el cansancio y la fatiga se pueden distribuir un poco, y el apoyo psicológico y moral ayudan un montón.

No digas frases como “es lo que hay” o “no se puede hacer nada”. Cada día habrá lo que tú quieras que haya, a partir de lo que la enfermedad disponga: buen humor, cambio de planes… Eso depende del sentido que le des a lo que estás haciendo. (Si eres creyente, te ayudará contar con Dios en cada una de estas jornadas: no está muy lejos el día en que se canonice a alguien que fue cuidador de enfermo de Alzheimer, estoy segura).

Si el enfermo de Alzheimer es creyente, ayúdale a que encaje la enfermedad en su modo de entender la vida y de practicar la fe: que pueda recibir los sacramentos, que escuche de tu boca -cuando ya no pueda expresarse- las oraciones que él reza… Notarás que recuerda las oraciones y canciones que rezaba de pequeño.

Trabaja la inteligencia incluso para aprender del Azheimer: tú observas la enfermedad tanto como quien está ante un microscopio. La ves cada día, sus avances, sus estancamientos… Únete a alguna asociación para dar a conocer tu “know how”. Si puedes, hazte también voluntario de algún estudio centífico.

Y antes de que fallezca el enfermo de Alzheimer, no olvides que el enfermo no eres tú sino él. Él es quien lo pasa peor, quien se dio cuenta en las primeras fases de la enfermedad de que su memoria le fallaba y de que ya no era el de antes, de que lo que le queda por venir le da miedo. Ayúdale a recorrer el camino de la enfermedad como le gustaría que lo hicieras si fuera consciente de cada paso.

No te enfades con nadie que sufra Alzheimer. Al contrario, pregúntate si haces todo lo que está en tus manos por ayudarle y por ayudar a sus cuidadores. Si lo piensas, quizá puedes hacer más de lo que imaginas. Y seguro que el agradecimiento te llega, tarde o temprano. Llámalo karma, si quieres; yo lo llamo Providencia.

La enfermedad de Alzheimer


info@alzheimer.org.mx







La demencia tipo Alzheimer es una enfermedad progresiva, degenerativa e irreversible de la corteza cerebral que provoca el deterioro de la memoria, orientación, juicio, lenguaje, personalidad y conducta, interfiriendo con la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. Evoluciona por etapas; el deterioro es insidioso y lento. La mayoría de las víctimas de esta enfermedad son personas mayores de 65 años; sin embargo, puede atacar a edades mucho más tempranas. Es muy difícil diagnosticarla, ya que su comienzo es lento, casi imperceptible y con frecuencia se atribuye a otras enfermedades.

A lo largo de 15 años de lucha, la Fundación ha sido y será para sus pacientes y familiares “"Alguien Con Quien Contar".

La Fundación Alzheimer tiene por objeto el poder disminuir aquellos síntomas que proporcionan malestar, ansiedad, preocupación y hasta peligro para el enfermo o sus familiares.

El tratamiento se establece con base al estadìo en que se encuentra la persona.
Se conforma un programa individual de rehabilitación, el cual se realiza semanalmente.
Se agrupan a los pacientes de acuerdo a su nivel y a las necesidades que tengan en común.


El programa de la Fundación Alzheimer, es un programa de atención diurna, destinado a quienes padecen Alzheimer, o algún otro tipo de demencia, brindándoles oportunidades que mejoren la calidad de vida de los enfermos, ofreciéndoles un compromiso de vida propio y un final digno y creando conciencia de que a través del trabajo de sobre estímulo se pueden aprovechar sus capacidades funcionales en su propio beneficio; así como otorgar herramientas a sus familiares para un mejor equilibrio dentro del núcleo familiar y social en el que viven. Desgraciadamente, no solo es quien la padece el único que sufre, también se ven afectadas la familia y las personas que conviven con los enfermos, causando importantes cambios en la estabilidad familiar, ya que el costo emocional, social y económico al que se enfrentan es enorme.

La enfermedad de Alzheimer (EA), también denominada mal de Alzheimer, o demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer[1] es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años,aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico.

La EA es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, que aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad.

Los síntomas de la enfermedad como una entidad nosológica definida fue identificada por Emil Kraepelin,[4] mientras que la neuropatología característica fue observada por primera vez por Alois Alzheimer en 1906. [7] Así pues, el descubrimiento de la enfermedad fue obra de ambos psiquiatras, que trabajaban en el mismo laboratorio. Sin embargo, dada la gran importancia que Kraepelin daba a encontrar la base neuropatológica de los desórdenes psiquiátricos, decidió nombrar la enfermedad alzheimer en honor a su compañero.

Por lo general, los síntomas iniciales son la inhabilidad de adquirir nuevas memorias y suelen ser confundidos con actitudes relacionadas con la vejez o a estrés.
Ante la sospecha de EA, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conducta y cognitivas, así como neuroimágenes, de estar disponibles
A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de largo plazo y una predisposición a aislarse a medida que los sentidos del paciente declinan.

Gradualmente se pierden las funciones biológicas que finalmente conllevan a la muerte
El pronóstico para cada individuo es difícil de determinar. El promedio general es de 7 años
menos del 3% de los pacientes viven por más de 14 años posterior al diagnóstico.

La causa de la EA permanece desconocida. Las investigaciones suelen asociar la enfermedad a la aparición de placas seniles y ovillos neurofibrilares.
Los tratamientos actuales ofrecen moderados beneficios sintomáticos, pero no hay tratamiento que retarde o detenga el progreso de la enfermedad.
Para la prevención de la EA, se han sugerido un número variado de hábitos conductuales, pero no hay evidencias publicadas que destaquen los beneficios de esas recomendaciones, incluyendo estimulación mental y dieta balanceada.
El papel que juega el cuidador del sujeto con EA es fundamental, aún cuando las presiones y demanda física de esos cuidados pueden llegar a ser una gran carga personal.

El día internacional del Alzheimer se celebra el 21 de septiembre, fecha elegida por la OMS y la Federación internacional de Alzheimer, en la cual se celebran en diversos países actividades para concienciar y ayudar a prevenir la enfermedad.