Como en Auschwitz

El ministerio de Sanidad británico ha reconocido que se han llegado a incinerar 15.000 bebés abortados en los hospitales del Reino Unido. No sólo eso sino que los incineraban como desecho clínico como combustible para la calefacción ¡¡Un escándalo!!

Recuerda demasiado a los crematorios nazis de Auschwitz. la lógica perversa es la misma: despersonalizar a la víctima: son un conjunto de células, es vida, pero no humana...

Además, la práctica era habitual en hospitales "ecológicos". ¡¡La diosa Naturaleza exigiendo el sacrificio de seres humanos!! Demoníaco.

No basta con que Sanidad haya reconocido el error. Debe desmarcarse abiertamente de unas prácticas absolutamente inaceptables. Pídele al ministro de Salud que depure responsabilidades de unas prácticas deplorables y vergonzosas



Hospitales de Gran Bretaña usaron restos humanos 
procedentes de abortos como combustible


Según recoge Libertad Digital, este lunes el canal inglés Channel 4 emite un reportaje en el que se muestra como en los últimos años los cuerpos de miles de fetos abortados, fueron quemados junto a los desechos clínicos en algunos hospitales de Reino Unido. Algunos incluso se incineraron como combustible para la calefacción. Las autoridades han asegurado que van a investigar lo ocurrido.

Este lunes el canal inglés Channel 4 emite un reportaje en el que se muestra como en los últimos años los cuerpos de miles de fetos abortados, fueron quemados junto a los desechos clínicos en algunos hospitales de Reino Unido. Algunos incluso se incineraron como combustible para la calefacción.Según informa The Telegraph más de 15.000 bebés fueron quemados junto a la basura, y en dos de los hospitales incluso se utilizaron los fetos en el incinerador que se utiliza para calentar el hospital.

Diez centros del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido lo han admitido.A los padres se les hacía creer que los bebés eran incinerados aparte pero en realidad eran quemados junto a los residuos. Según informa este diario, uno de los principales hospitales del país, Addenbrooke en Cambridge, ha incinerado 797 bebés menores de 13 semanas de gestación como residuos para obtener energía.Tras conocer la noticia las autoridades calificaron esta práctica como«totalmente inaceptable» y se han comprometido a investigar el caso.

(LD/InfoCatólica) Según informa The Telegraph más de 15.000 bebés fueron quemados junto a la basura, y en dos de los hospitales incluso se utilizaron los fetos en el incinerador que se utiliza para calentar el hospital. Diez centros del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido lo han admitido.

A los padres se les hacía creer que los bebés eran incinerados aparte pero en realidad eran quemados junto a los residuos. Según informa este diario, uno de los principales hospitales del país, Addenbrooke en Cambridge, ha incinerado 797 bebés menores de 13 semanas de gestación como residuos para obtener energía.
Tras conocer la noticia las autoridades calificaron esta práctica como «totalmente inaceptable» y se han comprometido a investigar el caso.




El Departamento de Salud prohíbe ahora una práctica habitual 
que considera "totalmente inaceptable"

26 de marzo de 2014.- (Camino Católico) Los cuerpos de 15.500 restos fetales de bebés que murieron en abortos espontáneos fueron incinerados como desechos clínicos y muchos incluso utilizados como combustible biológico para calentar hospitales en Gran Bretaña, según un reportaje del programa televisivo Dispatches de Channel 4. La presentadora Amanda Holden -conocida jurado del reality Britain-'s Got Talent- participó en un reportaje sobre lo que ocurre con los restos de los bebés que mueren antes del parto.

Según el reportaje de la señal británica Channel 4 publicado por «The Daily Telegraph», diez centros del Sistema Nacional de Salud (NHS) británico admitieron haber quemado los restos fetales junto a la basura de los hospitales y dos hospitales utilizaron los cuerpos de los no nacidos en plantas de conversión de residuos en energía para abastecer de calefacción a sus locales.

Según la investigación, al menos 15.500 restos fetales fueron incinerados por 27 organismos del NHS en los últimos dos años. El reportaje también denuncia que los padres que sufren la pérdida de un hijo por un aborto espontáneo en las primeras fases del embarazo son tratados a menudo sin compasión y no fueron consultados sobre lo que querían hacer con los restos mortales de sus hijos.

El hospital Addenbrooke de Cambridge, uno de los más importantes del país, incineró los restos de 797 bebés de menos de 13 semanas de gestación en su propia planta de conversión de residuos. A las madres les dijeron los restos de sus hijos habían sido "cremados".

Lo mismo ocurrió en el hospital de Ipswich, donde una instalación de conversión de residuos en energía operada por un contratista privado, incineró 1.101 restos fetales entre 2011 y 2013. Estos restos fueron traídos de otro hospital.

Ante el anuncio de la difusión de este documental, el Departamento de Salud británico emitió una prohibición inmediata sobre esta práctica que el doctor Dan Poulter, que ocupa un cargo con rango de secretario de Estado en el ministerio que dirige el conservador Jeremy Hunt, ha considerado "totalmente inaceptable".

El doctor Poulter afirma que «la gran mayoría de los hospitales actúan de manera adecuada». Pero ha cursado en las últimas horas instrucciones a los centros médicos y a la Autoridad de Tejidos Humanos para que garanticen que se respetan las prácticas adecuadas y cesen las desveladas anoche.

En Inglaterra y Gales, las estadísticas oficiales indican que uno de cada siete embarazos termina de forma abrupta en un aborto natural involuntario, según recogía ayer «The Daily Telegraph». Más de la mitad de los embarazos de mujeres mayores de 45 años concluye en un aborto natural, un trauma que se produce en uno de cada diez embarazos en el caso de las mujeres menores de 30 años. La mayoría tiene lugar en el primer trimestre, y se deben sobre todo a problemas genéticos con los cromosomas del bebé o con la placenta de la embarazada. Además de la edad de la madre, los médicos británicos advierten que otros factores, como la obesidad o el consumo de alcohol, tabaco y drogas incrementan el riesgo de aborto natural.

Cada año se producen además 4.000 partos en los que el feto nace muerto, según los últimos datos disponibles, unos once al día de media. Según explicaba ayer Sir Mike Richards, el responsable de la inspección en los hospitales del NHS, «estoy decepcionado con que los centros no estén informando o consultando a las mujeres y sus familias, algo que vulnera nuestros estándares de respeto y de participación de las personas que acuden a nosotros».