“Sin la Palabra de Dios que nutre nuestro ser, el ayuno se vacía.
La Palabra de Dios es la fuente que reconstruye vínculos destruidos por la vacuidad de tantas palabras inútiles y mentirosas.
Desde ella hemos de recorrer el camino cuaresmal buscando reconstruir la confianza entre los hermanos, entre los ciudadanos de nuestra patria.
Decir la verdad, tratarnos con respeto, cumplir los compromisos, sostener la palabra, son caminos para vivir esta realidad interior del ayuno en nuestro hoy.
Crecer en fidelidad a lo prometido reconstruirá las familias y también el tejido social que sufre un fuerte deterioro por tantas promesas incumplidas”
(Mons. Mario A. Cargnello)
VERSICULOS DE LA BIBLIA QUE HABLAN DE LA PALABRA DE DIOS
Hebreos 4:12
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:16-17
Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi sendero.
Salmos 119:105
No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.
Santiago 1:22
¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra.
Salmos 119:9
La hierba se seca y la flor se marchita,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre.
Isaías 40:8
Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
Lucas 11:28
El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian.
Salmos 18:30
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
Mateo 7:24
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.
Mateo 24:35
Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida.
Filipenses 2:14-16a
La exposición de tus palabras nos da luz,
y da entendimiento al sencillo.
Salmos 119:130
Jesús le respondió: —Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Mateo 4:4
En el principio ya existía el Verbo,
y el Verbo estaba con Dios,
y el Verbo era Dios.
Juan 1:1
La palabra del Señor es justa;
fieles son todas sus obras.
Salmos 33:4
De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.
Juan 7:38
Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Salmos 56:4
Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación.
1 Pedro 2:2
Porque el Señor da la sabiduría;
conocimiento y ciencia brotan de sus labios.
Proverbios 2:6
Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
Juan 8:31-32
Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.
Santiago 1:21
Te humilló y te hizo pasar hambre, pero luego te alimentó con maná, comida que ni tú ni tus antepasados habían conocido, con lo que te enseñó que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.
Deuteronomio 8:3
Tú me cubres con el escudo de tu salvación,
y con tu diestra me sostienes;
tu bondad me ha hecho prosperar.
Me has despejado el camino,
así que mis tobillos no flaquean.
Salmos 18:35-36
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
Hebreos 1:3
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan 1:14