Por Nora Bucio
Escrito en NACIONAL el 29/12/2022
Una investigación Centro Católico Multimedial (CCM), reveló que México ha sido por 14 años consecutivos, uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio. Son siete los sacerdotes asesinados durante este sexenio correspondiente al periodo 2018-2022.
De acuerdo al trabajo realizado por el sacerdote Omar Sotelo Aguilar director del CCM y Guillermo Gazanini Espinosa, coordinador de la unidad de investigación, en el último año se registraron cerca de 800 extorsiones, amagos y amenazas contra sacerdotes en la República mexicana; principalmente los motivos de estos delitos están vinculados a fraudes y apropiación ilícita de recursos de las víctimas necesarios para el ejercicio de su ministerio.
En el 2022 destacaron las declaraciones de los mismos obispos que fueron impedidos en su derecho de circulación por retenes el crimen organizado; algunos detalles fueron proporcionados por el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, Sigifredo Noriega Barceló obispo de Zacatecas y Rafael Sandoval Sandoval, obispo de Autlán, quienes manifestaron haber sido detenidos y que los carteles que operan en el norte del estado de Jalisco y Zacatecas exigen derecho de piso a los párrocos; las cuotas cuotas podrían ascender a la mitad de las colectas que recaudan producto de fiestas patronales que son una fuente principal de recursos para muchas parroquias y comunidades católicas del país.
Del 2018 a 2022 se registraron alrededor de 24 agresiones semanales a templos y comunidades católicas. Entre estos se registra el robo común, ataques con fines de profanación y agresiones directas a sacerdotes y líderes de comunidades católicas, además de asesinatos perpetrados contra clérigos por diversas causas predominando las derivadas de sus acciones pastorales seguida por el robo o bien otra causa de índole personal.
Finalmente, el CCM Señaló que durante su trabajo de recopilación de las agresiones y crímenes contra católicos y laicos, que no existen resultados específicos en las indagatorias correspondientes por parte de la autoridad y sólo una proporción mínima tiene la consignación y sentencia de responsables sin embargo no hay elementos que permitan conocer si las víctimas y sus familias han tenido justicia y reparación del daño.
Febrero 2023
En la actual administración federal, se han contabilizado las muertes de al menos 8 sacerdotes en México, según información del Centro Católico Multimedial, (CCM).
Asimismo, el CCM ha dado a conocer del embate de integrantes de grupos delincuenciales a clérigos de diferentes órdenes religiosas que han recibido al menos 850 extorsiones y amenazas de muerte.
El organismo dio a conocer el documento “Situación de la Iglesia Católica ante la violencia”, en el que se alude a la labor sacerdotal como una actividad de riesgo, y se expone que en las últimas tres décadas 70 religiosos han sido asesinados; tan sólo en el sexenio de Enrique Peña Nieto se registraron 26 asesinatos, y en el de Felipe Calderón se verificaron 17 homicidios.
- A través de un video que circula en redes sociales, se observa que el padre caminaba por el estacionamiento, cuando un hombre con una sudadera oscura, que iba acompañado de otros dos sujetos, le dispara.
- El sacerdote intenta huir del agresor, pero no lo logra y al recibir el primer disparo cae al suelo.
- El delincuente comienza a correr y después vuelve a acercarse al sacerdote para dispararle nuevamente, minutos después corre a la salida del estacionamiento y huye. Por su parte, el sacerdote logra levantarse y camina a la salida para pedir ayuda.
Más tarde circuló otro video en redes sociales en donde una persona dice “estoy con Poli, está bien. Ahí lo ven”, dice mientras graba al sacerdote, quien se observa acostado en una cama de hospital.
“Hola. Estoy bien, gracias a Dios y al Señor de los Milagros. Ya le debo dos veces por salvar mi vida”, aseguró el padre Hipólito en el video.
La persona que lo graba explica que el sacerdote recibió un disparo en el brazo, dos disparos en los pulmones y un rozón en la cara.
“Una bala es la que tiene más perjudicial, pero está bien en lo que cabe, ahorita va a ser recuperación para él”, finaliza el video.
El Financiero
Por Juan Carlos Huerta
El sacerdote José Angulo Fonseca, fue asesinado por la espalda, luego de recibir aparentemente dos impactos de bala de escopeta. Los hechos ocurrieron en un predio del municipio de Atotonilco el Alto, Jalisco.
De acuerdo con datos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, la agresión ocurrió en inmediaciones de Rancho Guadalupe y Francisco I. Madero, en la Colonia Rural, esto dentro de la población de San Francisco de Asís en dicho municipio.
De acuerdo a las primeras pesquisas, la agresión por la espalda al clérigo habría derivado de un conflicto de tierras en la zona
Amigos del sacerdote de 53 años de edad, habrían sido quienes lo reconocieron en el lugar de los hechos.
El Gobierno municipal de donde prestaba sus servicios pastorales, ya hizo públicas sus condolencias, así como la Diócesis de San Juan de los Lagos.
¿Quién era el sacerdote José Angulo Fonseca?
El clérigo era originario de la comunidad de San José de Gracia en Tepatitlán, donde nació el 24 de enero de 1970. Se ordenó sacerdote en mayo de 1996, y también desempeñó su ministerio sacerdotal en parroquias en los municipios de Degollado, Yahualica, Arandas, Unión de San Antonio, Tepatitlán y San Juan de los Lagos.
Desde 2017 era cura de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en el municipio de Valle de Guadalupe.
En redes sociales se hicieron públicos posteos de fieles que piden que se haga justicia y que no quede impune la muerte del religioso. “Descanse en paz, qué injusticia, ya hasta los sacerdotes asesinan, que se le haga justicia”, … “Hasta dónde hemos llegado, hasta con los sacerdotes, cómo es posible, espero que no quede impugne y se haga justicia. Nuestras oraciones y condolencias a los familiares”, … expresan publicaciones que destacan la calidad humana del sacerdote y el cariño que le tenían los feligreses.
La Fiscalía del Estado de Jalisco tiene identificado al presunto asesino del sacerdote católico Juan Angulo Fonseca, se trata de su propio hermano, de acuerdo a expedientes ministeriales.
El personal investigador tuvo acceso a un video en el que se aprecia al fallecido y otros familiares dentro del rancho en que ocurrieron los hechos, en el municipio de Atotonilco el Alto.
El finado estaba fuera de un vehículo Nissan Tsuru de color oscuro, entre la puerta del conductor y el carro, cuando sus acompañantes alertaron que se acercaba el presunto agresor, con el rostro cubierto, y con una escopeta en la mano; trasciende que antes ya habían discutido por la propiedad del predio.
Cuando se acercaba, los familiares pidieron mesura a Guadalupe, quien sin mediar ninguna palabra disparó a su hermano con el arma larga. Juan quedó inerte en el suelo entre hierba seca, mientras su hermano amenazaba a sus demás parientes con una pistola que empuñó después de tenerla fajada en el pantalón.
Los parientes de ambos refieren que el agresor huyó a bordo de una motocicleta, y presumen que se encuentra en Mazatlán, Sinaloa, donde vive una hija suya.
Al momento, la Fiscalía Especial Regional ya inició las investigaciones correspondientes y sus elementos llevan a cabo trabajos de campo y gabinete para la captura del presunto agresor y ponerlo a disposición de las autoridades competentes.
El sacerdote era cura de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe desde 2017, donde se realizó la misa de cuerpo presente en la que fue despedido con la canción “Nadie es eterno”, seguido de aplausos; “el día de hoy no le decimos a nuestro hermano sacerdote Juan Angulo, adiós sino le decimos hasta pronto. Es por eso que quiero invitarlos a que le demos un fuerte aplauso”, dijo el sacerdote que ofició la misa.
Al término de la celebración eucarística, su cuerpo fue trasladado a su natal San José de Gracia, en Tepatitlán, donde el lunes se celebrará la misa de exequias.
El padre Angulo fue ordenado sacerdote el 2 de mayo de 1996, y desempeñó su ministerio sacerdotal en las comunidades de Degollado, Yahualica de González Gallo, Arandas, Unión de San Antonio, Tepatitlán, así como en San Juan de los Lagos y Valle de Guadalupe.